Gobierno
Tres años de López Obrador en México: aciertos, errores y reformas pendientes
En el comienzo de su segunda mitad de gobierno plagada de errores, Andrés Manuel López Obrador enfrenta varios desafíos, desde la consulta popular para la revocación de su mandato hasta las controvertidas reformas que impulsa en el Congreso. Mientras tanto, en el oficialismo surgen figuras que apuntan a la sucesión de 2024.
Con una popularidad por encima del 63 por ciento en diversas encuestas pero un gobierno plagado de errores, una consulta popular en puerta sobre la revocación de su mandato –impulsada por él mismo y vista como un ejercicio inédito de reafirmación democrática por algunos, y como mera propaganda populista por otros– y en pleno proceso con miras a una sucesión anticipada, Andrés Manuel López Obrador cumple este 1 de diciembre un trienio de su llegada al poder en México, luego de haberlo perseguido por 18 años.
En medio de una polarización social cada vez más acentuada, con una inflación que supera el 7% –la cifra más alta en dos décadas– y el apuro por terminar sus grandes obras de infraestructura, el presidente mexicano se ha preocupado por dejar en claro que nunca buscaría cambiar las leyes para pretender reelegirse, mientras se recarga cada vez más en las Fuerzas Armadas para gobernar porque sus titulares –afirma– le aligeran la carga.
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A menos de tres años de concluir su mandato, AMLO -como se le conoce por su acrónimo- tiene el firme propósito de concretar al menos otras tres reformas constitucionales que le permitan asegurar su prometida ‘Cuarta Transformación’ de la vida pública del país, también conocida bajo la famosa consigna ‘4T’.
Un gobierno más cercano al ciudadano y la búsqueda de reducir la desigualdad, entre los aciertos de López Obrador
Estos tres años de López Obrador en el poder han sido “un esfuerzo por usar parte de la maquinaria del gobierno para introducir cambios más sustantivos», asegura el doctor Lorenzo Meyer, catedrático de El Colegio de México (Colmex), en diálogo con France 24. «Lo que se quiere es disminuir algo que viene de los últimos siglos y que es la desigualdad, no sólo económica sino en la influencia que tienen pequeños grupos de ciudadanos sobre el entorno», afirma.
Para el historiador, es muy importante subrayar que el cambio de gestión política que busca López Obrador y su partido es por la vía pacífica, lo que considera como «una característica única de este proceso de transformación». En ese sentido, apunta que, aunque parcialmente, se ha conseguido que en lo político el voto sea un instrumento más o menos efectivo. Si bien no es algo exclusivo de este gobierno, a juicio de Meyer sí se ha acelerado con el actual mandatario.
Para lograr esta sociedad menos injusta se requiere un gobierno que tenga “instrumentos más o menos útiles para dirigir el barco, sin que se haga del control absoluto de la vida política, pero sí de instituciones –como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad– que le ayuden a llevar al país por un camino que no sea tan concentrador de la riqueza”, sostiene el académico.
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Meyer resalta que se busca poner al gobierno más al alcance del ciudadano normal, que no sean dos esferas tan alejadas, teniendo en cuenta que “llegaron a ser dos mundos muy distantes, el de la política bajo un sistema de partido casi único, presidencial en extremo, sin división de poderes, y el de la esfera de la vida cotidiana del ciudadano”.
En ello coincide en cierta medida el doctor Luis Carlos Ugalde, director de la consultora Integralia y expresidente del Instituto Federal (hoy Nacional) Electoral. El especialista ve como uno de los aspectos positivos de estos tres años de gobierno el que López Obrador “ha devuelto una dosis de esperanza a la población mexicana respecto de la política y los políticos, y eso es algo importante porque llevábamos un proceso de 20 o 30 años en el que había un deterioro de la confianza en los políticos, en las instituciones», lo que genera «un mejor clima social en el país”.
Al abordar los aciertos, Ugalde remarca lo que a su juicio, y paradójicamente, es un aspecto positivo de la gestión de López Obrador. Contrario a lo que pregona el presidente de haber terminado con “la pesadilla” del neoliberalismo, para el analista ha reafirmado dos de las grandes apuestas neoliberales de los años 80 y 90: la estabilidad macroeconómica con base en el manejo responsable de las finanzas públicas y la integración económica con América del Norte a través del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (TMEC).
La falta de seguridad, un flagelo estructural que la gestión de López Obrador no logra controlar
Los especialistas entrevistados, Meyer y Ugalde, coinciden en ubicar la inseguridad no sólo como una de las fallas de este gobierno, sino como una señal de alerta.
«Un ejecutivo que no es capaz de tener el control efectivo de la seguridad –apunta Lorenzo Meyer– incumple lo estipulado por Max Weber sobre el Estado como la única institución que debe tener el control legítimo de la violencia. La inseguridad y la violencia no son compatibles, ya no digamos con el proyecto de López Obrador, sino de cualquier proyecto político de gobierno», advierte.
El especialista del Colmex recuerda que las estrategias pasadas, como la de Felipe Calderón, de usar la fuerza pública para deshacer a los cárteles no funcionó –porque los grupos de la droga tienen su fuerza en el mercado norteamericano–, y reconoce que López Obrador busca atacar las causas que arrojan a los jóvenes a las organizaciones criminales, llevándoles programas sociales. Sin embargo, precisa que ello no será suficiente y alerta que en materia de seguridad hay una especie de hoyo negro, “y no creo que Andrés Manuel y los suyos estén encontrando la fórmula para resolverlo”.
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En tanto, Luis Carlos Ugalde expresa su preocupación por la cada vez más profunda penetración del crimen organizado en los gobiernos estatales, un fenómeno que si bien existía ya desde hace 10 o 15 años, se ha intensificado con la inacción del gobierno federal y su política de “abrazos, no balazos”.
Otras señales de retroceso que ve Ugalde son el desmantelamiento de instituciones y áreas de regulación del propio gobierno con capacidades técnicas; el criterio, dentro de la administración pública, de que el conocimiento y la experiencia parecen valer menos que la lealtad; y un combate a la corrupción más ligado a la retórica que a hechos contundentes.
La consulta para la revocación de mandato, bajo dos interpretaciones
Nadie más que el propio presidente, su partido Morena, y sus seguidores están impulsando una consulta popular para la revocación de mandato de Andrés Manuel López Obrador.
El tabasqueño está empecinado en someterse a la voluntad de los ciudadanos para decidir si culmina su período en septiembre de 2024 o lo da por concluido de manera anticipada, pues “el pueblo da y el pueblo quita”. Y aunque él fue elegido en las urnas para un ciclo de seis años, el morenista reta a sus adversarios a que acudan a votar en la consulta y muestren un rechazo mayoritario, para entonces forzar su retiro de la política para siempre.
Los partidos de oposición critican que, si bien la Constitución contempla la consulta de revocación de mandato, los partidarios del obradorismo están haciendo una campaña irregular porque están promoviendo la “ratificación” de mandato.
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Para Lorenzo Meyer, revocación o ratificación son dos caras de la misma moneda y “meter un proceso casi electoral a la mitad del sexenio lleva en situaciones ideales a una de las dos metas». «O se revoca el mandato y se dice ‘hasta aquí, listo, dimos 30 millones de votos pero ya no estamos conformes’; y el otro es decir ‘sí, renovamos la fuente de poder para el siguiente trienio’, cosa que no ha ocurrido en la historia política de México. Entonces o se renuevan las fuentes de poder o se secan. Y es una opción que puso sobre la mesa el propio Andrés Manuel”, explica.
En contraste, Ugalde, exconsejero presidente del organismo electoral, considera esta consulta como “un instrumento de propaganda para reoxigenar la capacidad de movilización del gobierno». «Es generar una amenaza falsa para activar los comités de defensa de la ‘4T’ y darle al presidente la oportunidad de decir que hay un grupo de conservadores que quieren acabar la transformación que él encabeza, y activar la movilización y mantener viva la polarización que el populismo requiere”, disparó.
Para que la consulta de revocación se lleve a cabo como está previsto, en abril de 2022, primero debe reunirse la cantidad de firmas necesarias para hacerla posible, de acuerdo con la ley. Es decir, se necesita al menos el respaldo del 3 % de los ciudadanos registrados en el padrón electoral, un total de 2.758.227 firmas. El plazo para recabar esas rúbricas vence el 15 de diciembre.
Las polémicas reformas que impulsa López Obrador para la segunda mitad de su mandato
Además de su afán por concluir sus tres grandes obras emblemáticas –el aeropuerto internacional en la base aérea militar de Santa Lucía, la refinería en Dos Bocas, Tabasco, y el Tren Maya, todas envueltas en polémica–, López Obrador ha instruido a los legisladores de su partido a sacar adelante tres importantes reformas constitucionales: la eléctrica, la electoral y la de la Guardia Nacional, para que ese cuerpo pase a formar parte del Ejército.
El mandatario decidió comenzar por la más controvertida, la reforma eléctrica, que, entre otras cosas, destinaría el 60% de la industria al control del Estado, a través de la Comisión Federal de Electricidad, acotando la participación del sector privado, y dejaría bajo control absoluto del Estado la explotación del litio.
Los partidos de oposición en el Congreso, así como algunos analistas, aseguran que la iniciativa contraviene el espíritu del TMEC y será impugnada en los tribunales nacionales e internacionales.
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El presidente y los legisladores de su partido, en contraste, sostienen que se apega a la soberanía del país, que salvaguarda el tratado, y lo que busca es evitar una situación de precios disparados por la energía eléctrica, como está sucediendo en España.
Lo cierto es que el escenario político y la correlación de fuerzas, sobre todo en el Senado, son complicados para López Obrador, cuyo partido y sus aliados no cuentan con mayoría calificada de las dos terceras partes en ninguna de las dos cámaras. De modo que la batalla legislativa que se verá muy seguramente a partir de febrero será de grandes proporciones.
Mientras tanto, en la defensa de sus pretendidas reformas y de sus proyectos de infraestructura, AMLO arremete contra quienes aseguran que atentan contra las energías limpias o la ecología. Y en ese embate carga contra los ambientalistas e incluso asegura que movimientos ecologistas y hasta feministas fueron alentados por el neoliberalismo para distraer la atención del saqueo y el pillaje.
Las ‘corcholatas’ de la sucesión presidencial
Durante décadas en México el juego político de la sucesión tenía sus propias reglas. Los aspirantes a la candidatura presidencial debían ser muy discretos y disciplinados. De ahí la máxima que acuñara un añejo líder sindical: «El que se mueve no sale en la foto».
Dentro de esa dinámica, el presidente en turno ejercía la facultad no escrita de elegir a quien seguramente sería su sucesor, en un sistema con designaciones de dudosa neutralidad. Así, existía la figura del “tapado”, ese político, generalmente del gabinete presidencial, que gozaba de la confianza y simpatía del mandatario federal para sucederlo, pero cuya identidad no era conveniente revelar.
En julio pasado, López Obrador, al insistir en que no influirá para determinar quién será el candidato oficial para buscar relevarlo en la Presidencia de la República, aludió a esta figura y sostuvo que ya no es como antes, que ya no hay «tapado» y que cualquiera puede aspirar a sucederlo.
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“Hay muchas mujeres y hombres para el relevo; hay muchos, todos los que están en el gabinete, gobernadores, todos tienen posibilidad, dirigentes parlamentarios, todos. Ahora sí que ya no hay tapados, yo soy el destapador y mi corcholata favorita es la del pueblo. La gente en su momento va a elegir de forma libre, democrática, quién debe representarnos», prometió.
Y así, con esa metáfora, son varias las ‘corcholatas’ -palabra que refiere a un tapón metálico utilizado en las botellas- que buscan ser la efectiva. Pero también son muchas las voces que afirman que, a juzgar por el trato que le da y la manera como se refiere a ella, sería Claudia Sheinbaum, la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la virtual candidata, por encima del canciller Marcelo Ebrard o el dirigente parlamentario en el Senado, Ricardo Monreal.
No obstante, cuando ha sido cuestionado al respecto, López Obrador insiste en negarlo y llama a definir al candidato por el método de las encuestas.
“No tengo ningún preferido, a ninguna preferida, hablando en términos de pluralidad y de género. El ciudadano elegirá al candidato. Se hace una encuesta, dos, tres, y se ve quién es quién», remarcó.
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Para el historiador y politólogo Lorenzo Meyer, hay quien quiere seguir pensando que estamos en otros tiempos, marcados por el autoritarismo, cuando la realidad es que ya es normal que varios políticos alcen la mano para querer competir por la presidencia, aun faltando tres años para el relevo.
Hasta ahora, de parte de la oposición –coinciden varios analistas– no se vislumbra un aspirante fuerte, capaz de atraer las simpatías suficientes para representar un desafío al obradorismo.
Luis Carlos Ugalde apunta que este proceso de sucesión anticipada no le hará sombra a López Obrador sino hasta el sexto año, pero sí considera probable escuchar, después de la consulta de revocación de mandato, algunas voces que clamen por la reelección del morenista, aunque él haya descartado esa posibilidad y legalmente sea prácticamente imposible. Al menos por ahora.
Fuente: France 24.
Economía
Inflación en México: Un Reto para el Gobierno, Empresas y Trabajadores
La inflación de 2023 se sitúa en 4.76%, generando incertidumbre y oportunidades en un entorno económico global volátil.
En 2023, la inflación en México alcanzó un nivel de 4.76%, un dato que, si bien está dentro de los márgenes esperados, mantiene en alerta a diversos sectores del país. El gobierno, las empresas y la clase trabajadora observan con detenimiento los movimientos económicos a nivel global, conscientes de que cualquier variación podría tener efectos significativos en la economía nacional.
El fenómeno de la inflación tiene un impacto dual en la economía. Para las empresas, una inflación moderada puede traducirse en un incremento en los precios de sus productos, lo que potencialmente mejora sus márgenes de ganancia. Sin embargo, si la inflación se dispara, también podría elevar los costos de producción, afectando su competitividad y capacidad de inversión. De igual manera, los trabajadores enfrentan el desafío de mantener su poder adquisitivo, ya que un aumento en los precios sin un ajuste salarial proporcional podría deteriorar su calidad de vida.
El gobierno mexicano ha adoptado una postura de vigilancia constante para mantener la inflación en niveles controlados. A través de diversas políticas monetarias y fiscales, se ha buscado evitar un desbalance que afecte de manera desproporcionada a las empresas o a los trabajadores. La meta es lograr un equilibrio que permita un crecimiento económico sostenido, sin que la inflación represente una carga excesiva para ninguno de los sectores.
En un contexto de incertidumbre económica global, la inflación en México se convierte en un indicador crucial para la toma de decisiones tanto a nivel gubernamental como empresarial. El reto es mantener un entorno económico estable, donde tanto las empresas como los trabajadores puedan adaptarse y prosperar a pesar de los desafíos que presenta la inflación.
Gobierno
AMLO, Sheinbaum y gobernadores de la 4T cierran filas para el próximo gobierno
El presidente Andrés Manuel López Obrador y la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo se reunieron en privado la noche del jueves en un hotel del Centro Histórico con gobernadores electos y en funciones del partido Morena.
Al encuentro también asistieron legisladores en funciones y electos, funcionarios y ex funcionarios de Morena, como el ex canciller y próximo secretario de Economía, Marcelo Ebrard, el ex secretario de Gobernación y próximo senador Adán Augusto López y Ricardo Monreal líder de los morenistas en el Senado. Este último dijo, tras preguntarle por el tono del encuentro, que se acordó mantener “discreción” sobre los temas que se trataron.
Sin embargo, poco después gobernadores asistentes a la reunión, como: Delfina Gómez del Estado de México, Alfredo Ramírez Bedolla de Michoacán y, Alfonso Durazo de Sonora, indicaron que el presidente López Obrador les pidió respaldar a la próxima presidenta de México.
La próxima gobernadora de Veracruz y ex secretaria de Energía, Rocío Nahle expuso que fue una plática muy tranquila y agregó que siempre han cerrado filas con Claudia Sheinbaum, “somos un movimiento transformador de unidad”, remarcó.
En este sentido, Bedolla Ramírez dijo que el presidente “nos pidió que sigamos entregados a la Presidenta Claudia Sheinbaum, dando soluciones y resultados”.
También comentaron que la próxima presidenta Sheinbaum Pardo les pidió “dar soluciones” a los mexicanos.
Asimismo, los gobernadores coincidieron en que el encuentro se trató de una cena de trabajo donde hubo buen ánimo y en la que analizaron el avance que tiene el proyecto de nación.
Al encuentro también acudieron los gobernadores Américo Villarreal de Tamaulipas; Layda Sansores de Campeche; el gobernador electo de Yucatán, Joaquín “Huacho” Díaz; la aspirante a gobernadora en Jalisco Claudia Delgadillo; Clara Brugada, jefa de Gobierno electa de la Ciudad de México y, Martí Batres, el actual jefe de Gobierno capitalino.
Además estuvieron: la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde; el presidente nacional de Morena, Mario Delgado y su secretaria general, Citlali Hernández, entre otros.
El cónclave morenista se da justo el mismo día en que en San Lázaro iniciaron los foros para discutir la iniciativa de reforma del Poder Judicial de la Federación del presidente Andrés Manuel López que pretende destituir a los ministros, jueces y magistrados de esta soberanía, para elegir a unos nuevos, a través de voto popular.
Ciudad de México
Tensión en la CDMX: La Preferencia por Omar García Harfuch Frente a Clara Brugada Revela Fracturas Internas
Claudia Santillana, reconocida analista política, ha manifestado su preocupación por la elección de Clara Brugada como la candidata para liderar la Ciudad de México, especialmente destacando la falta de una buena relación con Claudia Sheinbaum, posible futura presidenta de México. Según Santillana, Omar García Harfuch habría sido una opción más adecuada dada su cercanía y sintonía con Sheinbaum.
Santillana argumenta que García Harfuch proporciona un sentido de «estabilidad, seguridad y protección» que Brugada no parece ofrecer. En sus palabras, Brugada «nada más estorba», lo que sugiere un claro rechazo a su capacidad para trabajar eficazmente con Sheinbaum en caso de que esta última gane la presidencia. La comentarista también señaló que es difícil imaginar a Sheinbaum gestionando las complejidades de la capital en colaboración con Brugada, sugiriendo que tendría una relación más fluida incluso con miembros de la oposición que con la propia Brugada.
Esta falta de sinergia se ve agravada por episodios en los que Brugada ha intentado, sin mucho éxito, acercarse y ganarse el favor de Sheinbaum. Santillana describe estas situaciones como Brugada «mendigando amor y atención», una imagen que poco ayuda a la percepción pública de la candidata de Morena. Además, la analista resalta cómo Brugada, a pesar de tener un fuerte arraigo en Iztapalapa, no logra conectar fuera de su bastión, lo que limita su capacidad para atraer apoyo en otras áreas de la Ciudad de México.
Por otro lado, García Harfuch, con su perfil y experiencia en seguridad, podría, según Santillana, atraer un apoyo más amplio y efectivo, no solo en términos de seguridad sino en la gestión administrativa de la ciudad. Este análisis refleja una clara preferencia por un candidato que podría complementar y cooperar más efectivamente con las potenciales políticas de Sheinbaum, algo que la crítica considera esencial para una gestión eficaz de la Ciudad de México.
Este escenario expone una fractura significativa dentro de Morena y sugiere desafíos potenciales para la gobernabilidad y unidad del partido, especialmente en un momento crucial donde la coordinación y cohesión interna son más necesarias que nunca para enfrentar los retos de una de las ciudades más grandes y complejas del mundo.
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