El empresario Carlos Ahumada Kurtzcumplimentó los trámites de extradición requeridos por las autoridades mexicanas y tras ello se fue su casa en la Ciudad de México, confirmó su abogado Enrique Ostos García.

Tras su llegada a México mediante un vuelo comercial, Ahumada fue llevado al Hangar de la Fiscalía General de la República (FGR) del Aeropuerto Internacional de la CDMX y posteriormente se presentó ante la Fiscalía capitalina para realizar los trámites requeridos sobre la petición de extradición acordados entre México y Argentina.

El empresario aterrizó aproximadamente a las 5:55 horas y alrededor de las 7:30 de la mañana de este martes finalizó con los requerimientos correspondientes.

Con ello, confirmó Ostos García, finalmente consiguió partir rumbo a su domicilio en México acompañado de su hijo.

«Se respetó la suspensión (para que Ahumada no fuera privado de su libertad), ya va con su hijo tranquilo a su casa«, declaró el abogado a medios de comunicación.

La defensa legal de Ahumada acudirá a su domicilio en la CDMX para que firme un documento que se presentará este mismo martes ante el juez de enjuiciamiento en el Reclusorio Norte, donde se solicitará una audiencia incidental en la que los abogados del empresario pedirán que la orden de reaprehensión sea anulada, dado que ésta ya prescribió (pasaron varios años y no se cumplimentó).

De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, Carlos Ahumada comparecerá ante el Juez de Ejecución a las 13:00 de este martes.

Además, la institución exhortó al empresario a presentarse ante la autoridad judicial para cumplir con el resto de su condena por el delito de fraude genérico en la capital mexicana. La FGJCDMX señala que a Ahumada Kurtz le restan un año, 10 meses y 23 días de condena.

«Es falso que Carlos Agustín N haya compurgado por completo la pena que le fue impuesta por una autoridad judicial», concluyó la FGJCM.

Los inmuebles construidos en los edificios que resultaron dañados por el sismo de 2017 no lograron ser vendidos por la actual administración capitalina a través de subasta.

Según datos de Servicios Metropolitanos (Servimet) obtenidos por El Sol de México vía transparencia, de 184 unidades subastadas, de las que 119 son departamentos y el resto locales comerciales o bodegas, sólo inició el proceso de compraventa en 43, equivalente a 23 por ciento.

De las 43 unidades en proceso de compraventa, 22 son departamentos y de estos sólo cinco fueron liquidados por el comprador correspondiente. Los departamentos vendidos están en zonas cuyos precios oscilan entre los cuatro y hasta los ocho millones de pesos, comparándolos con los espacios ofertados en el portal propiedades.com.

Hasta el 25 de junio de este año, Servimet tenía 89 departamentos disponibles para compra en el programa de redensificación.

El Mecanismo de Redensificación, previsto en el Plan Integral para la Reconstrucción de la Ciudad de México, consiste en la adición de niveles y espacios adicionales a los que tenía el inmueble colapsado. El objetivo de este programa era que, con el dinero de los inmuebles subastados, las autoridades financiaran la reconstrucción.

En la subasta, el mecanismo está abierto a ofertas individuales, es decir que cualquier persona podría acceder a ellas, para que los particulares presentaran su propuesta por la vivienda en la que estén interesados.

El año pasado, el Gobierno de la Ciudad de México, a través de Servimet puso a la venta departamentos y locales en inmuebles. El objetivo de la subasta era financiar parte de la reconstrucción.

La convocatoria a la subasta fue publicada tres veces: la primera el 12 de abril de 2022; la segunda el 28 de noviembre; y la tercera, el 25 de abril.

En la primera ocasión, el gobierno local contempló la venta de departamentos construidos de más en 12 edificios y en la última, según datos del portal Oferta Inmobiliaria de Servimet, fueron 17 inmuebles los que tuvieron espacios disponibles para venta por medio de subasta para particulares.

Los departamentos subastados se encuentran en Paseo de las Galias 27, 31 y 47, colonia Lomas Estrella, alcaldía Iztapalapa; Escocia 10, colonia Del Valle Centro, en la Benito Juárez; Canal de Miramontes 1868, colonia Campestre Churubusco, Iztapalapa; Pacífico 455, colonia La Candelaria, Coyoacán; Chapultepec 444, Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc; Coahuila 10, Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc; Miramontes 3004, Coapa, alcaldía Coyoacán; y Cafetales 1710, Hacienda Coyoacán, misma alcaldía.

También subastaron los departamentos en Hacienda de la Escalera 5 y 11, colonia Prados Coapa, Tlalpan; Pacífico 223, colonia El Rosedal, en Coyoacán; Azores 209, colonia Portales Norte, alcaldía Benito Juárez; Patricio Sanz 612, colonia Del Valle Centro, alcaldía Benito Juárez; Ozuluama 20, colonia Hipódromo, alcaldía Cuauhtémoc; y Prosperidad 4, colonia Escandón, alcaldía Miguel Hidalgo.

En la solicitud de información con folio 090173424000033, Servimet aclara que la subasta es un mecanismo de comercialización utilizado para promocionar e incrementar el número de ventas, lo cual no significa que sea la única forma de venta.

“Es importante señalar que la subasta es un mecanismo de comercialización que fue utilizado para promocionar e incrementar el número de ventas, esto no quiere decir que sea un mecanismo contante o la única forma de venta de unidades privativas, ya que dichas unidades pueden adquirirse actualmente por medio de compra directa”, detalla.

La colonia Nueva Díaz Ordaz, ubicada en la alcaldía de Coyoacán, está en la mira del Gobierno de la Ciudad de México para cambiarle el nombre, como parte del empeño de las autoridades capitalinas por borrar de la memoria el recuerdo de ese expresidente mexicano.

El lunes pasado, Martí Batres, titular de la administración capitalina, presentó un plan de 50 propósitos a cumplir en los últimos 100 días de su gestión y uno de ellos, en el aspecto de cultura, es iniciar el procedimiento para borrar el nombre de Gustavo Díaz Ordaz.

El territorio de la colonia, a un kilómetro de la estación Xotepingo del Tren Ligero, es relativamente pequeño. La calle principal se llama Tepetlapa sirve de división con la colonia Adolfo Ruiz Cortines, otro expresidente mexicano, y recientemente también le cambiaron el nombre a una de sus calles, que antes era 18 de Julio y ahora es Manuel M. Zamacona.

Las calles angostas de esta colonia capitalina se caracterizan porque en las fachadas de los hogares es común ver placas con los datos de cada familia que ahí vive y el nombre completo de la colonia. “Nueva Díaz Ordaz” se repite no solo en los postes, también en la mayoría de las puertas.

Enrique Sánchez vive en esa colonia, conoce el interés del gobierno para cambiarle el nombre a la colonia, pero está en contra por varias razones y la primera de ellas es que los perjudicará: desde cambiar su credencial de elector, las escrituras de sus casas y otra serie de trámites engorrosos y costosos. Consideró que hay cosas más urgentes que faltan en la colonia, como mejorar la vigilancia y el patrullaje.

Otro residente, Ely González, coincidió con Enrique e invitó a recorrer las calles de la colonia para ver que el pavimento está en mal estado, con baches, faltan luminarias y podar los árboles. Dice que los vecinos los tienen que podar ante la falta de atención de las autoridades.

Integrantes de la familia Álvarez, que viven en la calle Benemérito de Las Américas, mencionaron que otra carencia es el abasto de agua, como en otras partes de la ciudad y eso, subrayaron, sí urge atender antes de pensar en cambiarle el nombre a la colonia, pues “eso es lo de menos”. Agregaron que las calles solamente las parchan, por eso es que siguen los baches ahí.

Las casas de la colonia Nueva Díaz Ordaz son en su mayoría unifamiliares, de clase media baja, por lo que sus vecinos aprovechan sus estacionamientos para instalar talleres de reparación de autos, aparatos eléctricos, motocicletas, pequeños salones de belleza o misceláneas, tiendas de abarrotes y cafeterías.

La iniciativa de eliminar el recuerdo histórico del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, quien fue el culpable de la matanza estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas en 1968, comenzó en la administración pasada, cuando José Ramón Amieva, entonces jefe de gobierno local, ordenó retirar las placas de las estaciones del Metro en las que se daba a conocer que ese exprimer mandatario las inauguró.

El primero de esos recuerdos que desapareció fue el que estaba a la entrada de la estación Insurgentes y que fue donde las autoridades realizaron en 1969 la ceremonia de inauguración del Metro de la Ciudad de México.

El Gobierno de la Ciudad de México se mantiene firme en borrar el nombre del expresidente a las calles que los tienen y ahora van tras la colonia.